lunes, 17 de octubre de 2016

No quiero que entre Lutero en el Vaticano

No quiero que entre Lutero en el Vaticano: Queridos hermanos, escribo estas líneas en viernes, el día por excelencia dedicado a meditar la Sagrada Pasión de nuestro Señor Jesucristo. La belleza indescriptible del cuerpo de nuestro Señor, queda transformada en un cuerpo que sangra desde la cabeza hasta los pies. No hay una sola parte de su bendito cuerpo que no esté llagado y dolorido. Lo abofetearon, lo escupieron, lo apedrearon, lo flagelaron sin misericordia. Le traspasaron las manos y los pies. Desde la frente a los pies todo era un baño de sangre. Y todo Él sigue siendo hoy en día un baño sangre.

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