Reinaré en España...

Me imaginé una aglomeración de jóvenes. No podía pensar que el Señor contaba con los nazarenos, una vez más, para aumentar un grupo no tan numeroso. Tenía muchas más gracias para los que fueron, pero no fue la menor comprobar que no era  en vano que los hubiera convocado allí, incluso para incrementar un número no excesivamente grande. La juventud nazarena de los menores de cuarenta, y la de los muy lejanos ya de esa edad. Seguro que las bendiciones para España y para ellos habrán sido muy, muy copiosas.

En la primera foto, que me envió un alma caritativa, se ve la abrumadora mayoría de nazarenos que mantenían la guardia en la madrugada.

Esta otra foto, que otra alma caritativa me pasó, nos muestra el bello amanecer del domingo en el Cerro desde donde el Corazón de Jesús bendice a nuestra pobre Patria, y de forma especial a los que quisieron consagrársela en esa hermosa mañana.

Sigamos disponibles a Sus llamadas para que pueda, por fin, instaurar su Reino de Verdad y de Vida, de Santidad y de Gracia, de Justicia, de Amor y de Paz.

Shalom.

(He sabido después, que estuvieron cincuenta nazarenos entre jóvenes, mayores y niños. La noche entera la pasaron cuarenta y cuatro, y dos niños)