En la foto vemos que continúa el testimonio de Isabel. Nosotros subimos al Monte llamados y agradecidos, por amor.
Pedimos perdón en el Monte, y tratamos de hacerlo siempre,
por los que no creen, no adoran, no esperan y no aman al Dios vivo y verdadero que sigue mendigando amor, especialmente en la Eucaristía y en el hermano, por lo que insiste tanto en la necesidad de la adoración y el perdón.
Desde ese bastión bendito agradecemos al Corazón amantísimo de Jesús su predilección por nuestra pobre Patria, y le pedimos que guarde la alegría y fidelidad de nuestros jóvenes nazarenos, los de Reino de Cristo, los de los diversos grupos carlistas, y otros que trabajan por la consagración de España y por el Reino de nuestro Salvador
(Insisto en invitaros a leer los mensajes, y en especial el de Garabandal de este mes del Sagrado Corazón en que el Señor hace ver a Isabel esa consagración que tendrá lugar el domingo, después de una vigilia nocturna, como las que Él solía hacer, en la que se pedirá esa y otras muchas gracias)
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